jueves, 13 de marzo de 2014

EN LA TRIBU DE LOS HIMBA...

Tras pasar una agradable noche de camping, partimos bien pronto hacía Grootberg. Teníamos previsto visitar la etnia himba, también conocida como los últimos indígenas. A pesar de ser una de las pocas tribus seminómadas que quedan, sabíamos que la llegada del turismo ha influido en sus vidas, así que no esperábamos mucho de la visita...

Queríamos una excursión lo más sostenible posible, por lo que descartamos totalmente ir a Opuwo. Habíamos quedado pronto con el guía, porque el camino para llegar al poblado himba era largo y "de cabras". A pesar de los botes lo hicimos muy a gusto, viendo paisajes y saludando a los niños que se cruzaban a nuestro paso.

Antes de llegar al poblado, el guía nos indicó que no les diéramos demasiada información de nuestras vidas modernas, que valoráramos positivamente su forma de vida, y que no les diéramos regalos ni caramelos. Entonces supe que habíamos dado con el guía correcto.

Es muy importante que el turista tenga en cuenta todo esto y lo respete, pues algo tan inofensivo como un caramelo, puede transformarse en un gran problema para ellos. Los dulces producen caries y, aunque para nosotros sea algo normal, en el poblado himba no existe ninguna consulta de dentista...

Dicho y hecho. Ni regalos, ni pena, ni acceso de información al capitalismo. Junto con nosotros, estaban otros tres guiris, una belga mayorcita que iba a su aire, y una pareja newyorquina en honey moon que no dejó de dar la lata con las fotos. No sé si pensaron que los himbas eran modelos, pero nos dejó patidifusos el ver cómo le decían a una joven que se girara hacía la izquierda, luego a la derecha, que se diera la vuelta, que se pusiera a contra luz... Quizá nuestras fotos sean menos artísticas, pero desde luego son mucho más naturales.
Claro que, cada uno recibe lo que da, y así pasó. Los himbas no se separaban de nosotros, y a los de la honey moon, ni caso. Nos invadieron con sonrisas y preguntas a cerca de nuestros bebés. Por supuesto nosotros ni papa del lenguaje himba, pero a veces puede resultar asombroso la cantidad de cosas que pueden transmitirse gestualmente. No faltó el gesto de acunar a un bebé, de una tripa enorme, de practicar sexo...

Y es que los himba no entienden la vida si no es en familia. Eso, y que las mujeres himba, que tienen una media de 8 ó 9 hijos, me veían demasiado vieja para no ser madre de ninguno. Además, el sistema reproductor de la mujer está muy valorado entre los himba, de modo que si se comete un crimen y la víctima es mujer, el asesino deberá pagar 10 bueyes más que si hubiera matado a un hombre.
Gracias a mi imán con los niños, se me acercaron todos a una y no pararon de jugar con nosotros. Saltaban y se nos agarraban, siempre en tono de broma, y a punto estuve de raptar a uno de ellos, que me dejó enamorada... Se llamaba Baboon, y era sin duda el más rebelde y enigmático de todos.
Además de pasar un rato agradable con los más pequeños, también pudimos conocer su forma de vida. La verdad es que fue casi como transportarse al pasado.... Nos contaron que el ganado es básico en sus vidas (puede apreciarse porque todo el suelo está lleno de cagarrutas. Pero, asombrosamente, no huele nada mal). De él adquieren un alimento tan importante para ellos como la leche, con la que hacen también papillas para comer. Utilizan sus pieles para vestirse, y su estiércol para reforzar sus casas. Las casas himba se construyen con paja o madera, y se refuerzan con el estiércol de vaca. Todas son en forma circular y tienen una pequeña puerta de acceso.
También nos enseñaron el modo de lavarse y perfumarse, a base de humo y ceniza, y es que los himba son conocidos por su color rojo y su extrema limpieza. Las mujeres, con intención de protegerse del sol y de las picaduras de insectos, embadurnan su cuerpo con un unguento hecho con grasa animal y arcilla que les aporta un color rojizo, lo que además, las hace más atractivas a los ojos masculinos...


Como en casi todas las culturas, son las mujeres las que más llaman la atención. Visten una falda hecha con piel de vaca, el pecho descubierto, y muchos collares, tobilleras, brazaletes.... Pero, sin duda, es su pelo lo que más asombra al visitante. Dependiendo de su status, edad, sexo, o estado civil, se peinan de un modo u otro, por lo que pueden encontrarse diversos peinados, algunos incluso rozando el arte.
Como intuiréis, los himba estaban más que acostumbrados a ver guiris pululando por su poblado. Pero, ¿por qué acceden a estas visitas turísticas? ¿Qué reciben a cambio de unas fotos con los blanquitos que vienen de vez en cuando? Supongo que la respuesta dependerá del tipo de excursión, porque sobra decir que hay mucho listillo suelto.... Por favor, tened mucho cuidado a la hora de escoger la visita, somos nosotros quienes podemos evitar que estas tribus acaben como los bosquimanos. 

En nuestro caso, sabemos que la tribu himba que visitamos recibe algo de comida a cambio de atendernos un rato: sacos de maíz para poder hacer papillas, y cosas del estilo, habituales en su dieta. Nada de azúcar ni alimentos modernos.... Suena extraño que una tribu comunitaria y autosuficiente como ésta necesite ayuda externa, ¿verdad? Pero intentar mantener tradiciones ancestrales como la caza, resulta cada día más complicado. Existen especies protegidas que tienen prohibido cazar, así que los hombres de la tribu se han quedado en paro. Ahora ejercen únicamente de ganaderos y también, por unas horas, enseñan sus costumbres a turistas de todo tipo. 

Pasar un rato con la tribu himba es una experiencia inolvidable, un tesoro a respetar, y está en las manos del viajero ser respetuoso con sus tradiciones, mostrar interés por ellas, no polucionarles con costumbres ni caramelos de un primer mundo.... Solo así, los himbas seguirán siendo himbas. 
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3 comentarios:

  1. Menuda experiencia! muy interesante conocer un poco a cerca de los himba y sus costumbres.

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  2. Me ha encantado..que relato tan interesante. Definitivamente..tengo que ir a Namibia...merci

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  3. Gracias por vuestros comentarios!!! Y si vais a Namibia no dudéis en asarnos a preguntas!!!! saludos!

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MIL GRACIAS POR COMENTAR!!! Intentaremos responderte, aunque no sabemos cuando...